El conformismo es una mala praxis cada vez más arraigada en el mundo laboral. Todos tenemos un precio, y tengamos la autoestima más alta o más baja el primero en valorar nuestro trabajo tenemos que ser nosotros mismos. La palabra miedo es el detonante en la mayoría de ocasiones para no llevar a cabo una iniciativa. Es muy importante que tengamos presente, que cuanto mayor responsabilidad, mayor remuneración. Por eso es obvio que no puede ganar lo mismo un médico que salva vidas, a un simple reponedor en un supermercado.

Teniendo en cuenta todos estos factores muchas personas se ven obligadas a emprender, como decía mi profesor de comunicación, un mal salario hace un emprendedor. En la situación que nos encontramos donde la escasez de recursos ha hecho mella en muchas empresas, los primeros damnificados son los salarios de los trabajadores. Es por eso que llega el momento donde nace el emprendedor. ¿Por qué dedicar un número indefinido de horas, para cobrar lo mismo? Para ello creo mi propia empresa, dedico las mismas horas o más, pero tengo la satisfacción que si la cosa funciona el beneficiado soy yo y no un tercero.

En definitiva según estudios realizados uno de los principales motivos para iniciar una aventura empresarial es el dinero. Además de otros atributos también importantes como la satisfacción personal, la vocación, la creatividad y la perseverancia.

By: Gat Carpat